Antes que nada, dejar claro que ha sido algo totalmente improvisado y que por mucho que pensar en nuevos proyectos nos ocupe gran parte de nuestro tiempo, no recorremos kilómetros para fantasear viéndonos en cocinas que nunca llegaremos a cocinar y aún menos para probar colchones que ya han sido probados por más curiosos antes que nosotros... Y sobre todo, subrayar que a pesar de que nuestros ojos no encontraran con la mirada ningún aviso de que sacar fotos estuviera prohibido, a escondidas se le añade misterio a absolutamente todo. Que nos guste o no, en extraños momentos nos visualizamos otra vez esperando a que encuentren nuestro escondite y a mi, personalmente, nunca me gustó ningún juego más que mi querido escondite. Que ayer tuvimos nuestros juguetes hechos a medida y que adrede o sin querer, hasta sacamos algún intento de sonrisa en compradores con pocos planes para sábados por la tarde.
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