miércoles, 27 de marzo de 2013

Viaje a NEW YORK!

 
 

 
 
Que se prepare Nueva York que allá va Sara!


sábado, 2 de marzo de 2013

¡Salta! ¡Lánzate!

  





eeeeei amigo, aquí vuelvo. Hablaría del agua, pero ya dije todo lo que tenía que decir de ella, y dado que viendo esto lo más probable sea que pienses o en agua o en saltar, hablaré de saltar. 

Erase un niño infeliz, que chocaba con el estereotipo de que ser niño y estar triste se contradigan. Poco después de nacer, sus padres dudaban con cómo nombrarlo, y por miedo a que no le gustara su futuro nombre, decidieron no ponérselo. Siguió el curso de su vida como todos, marcado más por su sociedad que por su propio instinto, y dado al miedo de sus padres con las discriminaciones y bullyings muy hablados en esa época en los colegios, decidieron educarlo en casa. Siguió caminando por el estrecho camino de vida que le habían fabricado, y tomó sus primeras decisiones. No quiso tener relaciones de ningún tipo, ya que empezar una relación suponía el peligro de acabarla, y eso traía sufrimiento ya incluido. Tampoco se centró en ningún estudio en concreto, dado al miedo de que en esos tiempos, tener una cierta formación podía impedir conseguir un trabajo. El camino se le seguía estrechando, y selecto no dejaba de ser. Hipocondríaco le llamaban algunos, pero nunca tuvo tiempo de pensar en explicaciones porque explicar significa hablar y discutir un tema, y eso requiere la incertidumbre de poder perder la discusión... 

Lo más triste, es que nació, vivió y murió infeliz, y nunca llegó a saber la causa... tampoco tuvo a nadie que ya yaciente, le escribiera que por precavido nunca había vivido y que obviamente, merecía más perder que no haber jugado jamás...             
  ¡Salta! ¡Lánzate!


PD: Hoy también ha quedado demostrado que mirar la pantalla esperando ver cómo escribe ella sola, no tiene fruto...