domingo, 2 de diciembre de 2012

La soledad.




Es el frío que entra por el hueco entre el pantalón y tus botas, que enfría el resto de tu cuerpo, el viento que no te deja ver nada mientras se te va pegando el pelo en los labios o tal vez sean las manchas que quedan debajo de tus ojos cuando la lluvia te ha corrido el rimel y que por mucho que frotes, siguen estando ahí. Puede ser el momento en el que con la mano en el bolsillo encuentras absolutamente de todo menos lo que te hace falta, el triste lunes que te mueres de hambre y tienes pescado esperándote o los 30 grados mientras vistes abrigo y medias por debajo de los pantalones. Son algunos de los componentes que saben convertirte los días grises en negros, a pesar de que a veces, pueden darle melancolía a tu extraña felicidad.Y aunque algún afortunado tenga el dón de no pararse a pensar y no se percate de todos los detalles tristemente tontos que nos rodean, no es el caso de la mayoría. Nosotros, humanos y todos algo locos, no podemos evitar sentirnos solos en algún momento de nuestras raras vidas. Tanto en su buen y mal sentido, pero la soledad es algo que nos acompaña a lo largo de todos los caminos que recorremos y el gran logro que puedes conseguir, es aprender a convivir con ella. Será paradójico, pero si la tienes contigo ya podrás empezar a sentirte algo menos solo y disfrutar de su compañía. A ella puedes contarle los chistes que nunca te hicieron gracia, los secretos que te felicitas a ti mismo por no haberlos dicho nunca o todas las veces que finges escuchar a ese alguien que habla durante horas sin decir nada. Sigo sin afirmar ni negar la famosa frase mejor solo que mal acompañado, y creo que todavía me queda mucho por debatir con ella. Pero si algo tengo claro, es que la soledad es sana. Durante una temporada por lo menos, y casi hasta tan sana como la compañía, ya que ambas las veo totalmente necesarias. Porque cuanto más solo estés, más cuenta de la compañía que te hace falta te darás cuenta, y porque cuanto más acompañado estés, tu soledad más reconocida habrá sido... 


       "Puede que sean tus ganas de meterte entre sábanas y no salir nunca, aislándote del mundo exterior y creando uno ideal sólo para ti..."







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