Me sigue pareciendo algo arriesgado escribir hoy, no por ser el día que sea, sino que por el tema que me has dado para hablar... Sin haberme parado mucho a filosofear sobre calaveras, sobre la razón de nuestra existencia o simplemente sobre la muerte, estoy otra vez mirando a la pantalla esperando ver cómo escribe ella sola. Cosa que no ocurre, asique a todos los que lo hagáis os adelanto que así nunca llegaremos a ser grandes periodistas... Total, que estando totalmente de acuerdo con la vida es eso que pasa mientras tú haces otros planes, mientras la mía está pasando yo me paro a hablar de ella. Siempre fantaseé que eramos simples marionetas, que algún afortunado había organizado el playmobil más currado de la historia, y que disfrutaba viendo cómo manipulaba nuestras vidas y movía a cada persona de la bola llevándolas a donde él quisiera. Que yo ahora estoy moviendo mis dedos porque él así me ha puesto, y que tú estás leyendo esto porque te acaba de mover hasta nuestro blog. También creía que cuando hablábamos de que alguien moría, volvía a nacer en el otro extremo del planeta y que todos eramos muy conscientes de nuestras vidas anteriores, pero eran un gran secreto. No podíamos confesarle a nadie lo que habíamos sido en un pasado, y si lo hacíamos, era cuando a la gente le daban ataques al corazón, él estaba apachurrándonos entre sus dedos y íbamos a salir de su juego. Y todo esto lo creí, sin saber si estaba segura o no, hasta empezar a ser consciente de que nadie podría jugar con algo que hace tanto daño a tantas personas todos los días... Y ahora, prefiero no tener una idea definida, prefiero no etiquetar la vida. Tal vez es que pensamos casi siempre más de lo debido y casa nunca a su medida, y damos vueltas a algo que ya gira solo. Ya que en lo único que puedo decir que estoy segura, es en que la vida nunca para de rodar y no creo que tenga mucha intención de pararse para dejarte tiempo a ti de organizar tus pensamientos.
esta entrada me encanta, de mad
ResponderEliminarJajajaja gracias majiks
Eliminar