Rey garbanzo.

Y quién dijo que reinas sólo podían ser las abejas madre, se equivocó profundamente. Ha nacido un nuevo ombligo entre las plantas de casa, y todas las atenciones van para él. El bote de cristal poco caro de una tarde eficaz  pateando el centro, da fruto. Estaban los garbanzos aburridos del envase de plástico y de siempre la misma compañía, que decidimos sacarlos a tomar el aire. A cada uno le buscamos nuevo hogar, y por ahora demasiada queja no hemos oído. Puede que sea porque nadie conoce garbanzos que hablen, o tal vez porque los estamos malcriando tan bien que se sienten muy mimados. Los que pueden echar de menos la soledad son los plantados en el envase de yogur, ya que están bien apachurrados unos con otros. Pero si algo nos han dejado claro estas pequeñas pero muy queridas legumbres, es que son bastante más resistentes y prometedoras que las lentejas, a si que niños, si vuestro proyecto de clase es plantar lentejas en la ventana, no dudéis de que con los garbanzos sacaréis mucha mejor nota...