viernes, 6 de julio de 2012

Al solei de la noche.






 


Noches sí hay más que una, pero no demasiadas como esas. No son muchos los ingredientes que hacen falta para darse cuenta de que la noche gana por mucho al día. Terrazas que no importa a donde den, calor de verano que se esté igual dentro y fuera de casa, y nada más que oscuridad, una oscuridad en la que no puedas ver lo se encuentra más allá de la burbuja nocturna que te has montado. Son las horas profundas y los meses cálidos, que nos hacen agarrarle fuerte al verano sin ninguna intención de dejarle escapar. Paseamos el resto del año con ganas de quitarnos la arena de entre los dedos de los pies, manteniendo el calor del sol en las venas, queriendo oler a sal. Nos gusta el sol que nos esté mirando miremos de donde le miremos, disfrutamos haciendo la cuenta atrás cuando son pocos los días que quedan para contar, y no empezamos un verano sin hacer recuerdo del anterior. Y de aquí, el único break que podemos hacer para parar toda nuestra melancolía, son las noches. En ellas da igual el tiempo, la hora, el sentido común, simplemente nos hacemos dueños de ellas y las manejamos a nuestra manera.

1 comentario:

  1. oye vuestro blog me acaba de cautivar, realmente original!
    Las fotos me han encantado jijiji
    un besooo !

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