nos hizo el arte.

Otra vez grís, y otra vez sábado.  Es la asquerosa, cansina, odiante rutina. Y aunque sea todo un tema que mucho tienta ponerme a criticar las vidas diarias, hoy me tengo que limitar. Ya que tanta queja a poco lleva y lo más eficaz es plantear la solución a nuestras penas antes de volver a  repetirlas. Total, que ya me estoy saliendo de mi objetivo, que hoy era hablar del arte. Arte, arte y nada más que arte. De todos los colores, de cualquier forma y muy sobre todo, con toda la libertad posible. Que el arte no es un maletín de pinturas, ni cola de barra con ganas de ser usada, ni una carrera universitaria con ese nombre. Es algo mucho más grande, que acoje todos los aspectos de cualquier persona intentando expresar algo. Es un idioma de locos, es la mentira que nos ayuda a ver la verdad. Y en la galaxia artística no importa cómo quieras pintar, cantar, bailar o estropear tus pensamientos, sólo importa que seas capaz de hacerlo. No hay mejor ni peor, y si alguna norma se respeta, es que para los gustos los colores. También se es pintor sin haber tocado reglas y escuadras en tu vida, y un compás puede sólo ser algo para retratar. Es algo que está muy escondido para algunos y muy obvio para otros, y éstos son quienes tratan de entenderlo. Ven arte en todas las esquinas de sus vidas, y tienen la receta de hacer ver de la mejor manera posible algo insignificante para otros. Son ellos quienes saben convertir la vida diaria en arte, toquen lo que toquen lo verán de distinta forma y ten claro, que será de una manera mucho más original. Y supongo que para quitaros las ganas de levantaros de la pantalla a buscar vuestra libre expresión, os digo que por mucho que sea algo que un poco se pueda enseñar, el artista, nace artista y muere artista. 

-Hasta querrán morir de distinta manera, quien sabe, tal vez querrán ser enterrados de pie para seguir muriendo dignamente...